martes, 15 de diciembre de 2009

Escalera al cielo...


Abrí los ojos y no me vi...la cita había terminado.
Quien sabe si se volverá a repetir, fue lo mas extraño que me paso en la vida...

Estaba sentada en una estrella, el universo lo era todo a mi alrededor, veía pasar las constelaciones por un lado y por el otro. Las lunas eran miles, una mas linda y admirable que la otra. No sabia que iba a mirar primero, después del paneo general me había dado cuenta que el lugar era perfecto y tenia que priorizar las cosas que miraría con mas atención, no sabia cuento tiempo tendría para contemplar tanta belleza. Pensé que podría ser segundos, que era una simple oleada de utopías en medio de la realidad, que abriría los ojos después de parpadear y volvería a ver el mundo, o quizás había llegado a ese lugar para quedarme para siempre y aprender a vivir de otra manera, era imposible de saber que era lo correcto, que era lo real.

Me encontraba obnubilada....perdida entre tanta inmensidad cuando de repente a lo lejos veo venir algo hacia mi, inexplicablemente no sentía miedo, nada podía opacar tanta luz, tanto brillo, tanta perfección, tanta tranquilidad y silencio. Sin tiempo de repensar lo que estaba pasando apareció frente a mi un mundo pequeñito....del tamaño de un caramelo, completamente azul. Al mirarlo lo único que podía sentir era la frescura del agua corriendo entre mis dedos, cayendo de mi pelo, recorriendo el piso y yéndose a quien sabe donde.
No podía dejar de mirarlo, me sentía atraída, lo miraba con atención, iba descubriendo nuevos detalles, el mundo crecía un poco mas después de cada uno de los nuevos colores y aspectos que encontraba en él.

Así fue como de repente me di cuenta que el mundo había llegado a tener aproximadamente el mismo tamaño que mi cuerpo.....estaba demasiado cerca de mi, sentí temor y no me anime a mirarlo mas, me di vuelta y quise alejarme lo mas lejos posible del mundo y cuando estaba a punto de dar el primer paso sentí el sonido, ese sonido particular que hace la puerta de mi casa al abrirse, un sonido inconfundible y característico, uno de esos sonidos que extrañas escuchar cuando estas lejos, un sonido que al ser escuchado te transporta exactamente al lugar de donde lo escuchaste por primera vez.

Gire con cuidado, realmente asustada y mas perdida que antes....y vi que del mundo estaba saliendo yo, caminaba hacia mi y extendía una mano....intentando llamarme, tocarme, tal llevarme a algún lugar. Todo era demasiado confuso, no sabia que camino tomar hasta que escuche una voz, una voz que salia de mi, de esa mujer que se acercaba cada vez mas a mi, pero una voz que no es la mía.

Me llamo por mi nombre, me explico quien era, que quería, me tranquilizo, me dio ánimos. Me dijo que había venido a hablar conmigo, a contarme algo que ella sabe y no pudo enseñarme de otra manera.

Así comenzó nuestra charla...

5 comentarios:

  1. Mmm... Me he dicho cosas. A veces escribo y tengo la suerte de no hacerlo en lugares muy públicos. A veces, me he explicado y criticado aspectos y actitudes que a veces tengo... no son sanas. Quizás una visión de un alter ego pueda ayudar: te conoce, pero siendo tu, no eres tan "tu".

    El que sea capaz de lograr un nivel más alto de abstracción, bendito sea!

    No sé si me corresponda preguntarte que te han enseñado... Pero sea lo que sea, no lo olvides.


    Au revoir

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  2. precioso relato.

    y como te dije en el post anterior, los encuentros con uno mismo, son los mejores. Lejos.

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  3. Muy lindo nena, espero que estés bien, y ya nos vemos por ahí :)

    Beso.

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  4. Hace mucho que no se sabe nada de vos y se te extraña. Un gran beso.

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